El control de olores es una de las principales preocupaciones de los dueños de gatos al elegir una arena. Pero, ¿qué hace exactamente que algunas arenas para gatos sean mejores eliminando olores? La respuesta radica en una combinación de ciencia de materiales, tasa de absorción y agentes neutralizantes naturales.
En el centro del control efectivo de olores se encuentra la absorción. Cuando un gato orina, la arena debe absorber rápidamente la humedad para prevenir la formación de amoníaco, uno de los principales responsables de los olores desagradables. Las arenas hechas de bentonita, tofu, yuca o pino suelen destacar en esto, siendo la bentonita especialmente eficaz por su fuerte capacidad de aglomeración y el tofu por su alta absorción de agua.
La neutralización del amoníaco es otro factor clave. Algunas arenas, como nuestra bentonita desodorizante con bicarbonato de sodio añadido, combaten activamente la acumulación de amoníaco equilibrando los niveles de pH. Otras utilizan carbón activado, minerales o extractos vegetales para atrapar y eliminar las moléculas causantes de olores.
Las arenas perfumadas pueden enmascarar temporalmente los olores, pero para una eficacia a largo plazo, es mejor usar una arena que evite la formación de olores desde el principio. Las soluciones naturales y libres de productos químicos no solo son más seguras para los gatos, sino que también reducen el riesgo de alergias o irritaciones.
En Emily Pets, hemos diseñado nuestras arenas para gatos, ya sean de arcilla o a base de plantas, para maximizar el control de olores mediante un diseño inteligente. Nuestros productos se prueban para mantener las cajas de arena frescas durante días, incluso sin retirar los desechos diariamente.
El mejor control de olores no solo enmascara el mal olor, sino que lo detiene desde la fuente.
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