La caja de arena de tu gato siempre debe estar limpia. Esto se debe a que la salud e higiene de tu gato son primordiales. Una regla común es cambiar la arena del gato como mínimo una vez por semana si solo hay un gato, aunque esto puede variar según muchos factores. Uno de ellos incluye tener varios gatos o si tu gato tiene el hábito de orinar con frecuencia, en cuyo caso el cambio de arena será más frecuente. El tipo de arena también juega un papel en la frecuencia de cambio. Por ejemplo, las arenas coagulantes maximizan la retención de humedad y olores, por lo que requieren menos cambios. Eso y otros métodos de mantenimiento aseguran que la casa huela limpia y animan a tu gato a usar la caja de arena sin problemas.